Dataset / Tabular

Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 1991/1992 (Peru)

Abstract

La segunda Encuesta Demográfica y de Salud Familiar en Perú, denominada ENDES 1991- 1992, es una investigacion por muestreo que provee informacion sobre características generales de la población total: distribución por sexo, edad y regiones; niveles educativos y asistencia escolar, entre otros aspectos. Su poblacion objetivo está constituida por las mujeres en edad fértil (15 a 49 años) para determinar los niveles de fecundidad, la prevalencia en el uso de métodos anticonceptivos, las tendencias de la nupcialidad, y preferencias sobre fecundidad, principalmente. En ENDES 1991-1992 también se recolectó información sobre los hijos tenidos por las mujeres, sobre todo en los cinco años anteriores ala entrevista, para determinar los niveles de mortalidad infantil, y la salud matemo-infantil, incluyendo la nutrición.

ENDES 1991-1992 tuvo lugar entre Junio de 1991 y Agosto de 1992. La operación de campo se ejecutó entre el 17 de Octubre de 1991 y el 7 de Marzo de 1992. La muestra consta de 15882 mujeres y provee información para todo el país, 13 regiones administrtativas, 3 regiones naturales y 4 niveles de urbanización. La ejecuci6n de la encuesta movilizó a más de 200 personas, tomando en cuenta todas sus fases. La encuesta fue financiada por la Misi6n en Perú de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID/Perú) y por Macro Intemational bajo convenio con la oficina central de USAID en Washington. Las agencias del sistema de las Naciones Unidas contribuyeron fondos adicionales.

ENDES 1991-1992 encuentra que el Perú habria sufrido un proceso de concentraci6n de su población en su area urbana; el 72 por ciento se asienta en centros poblados de más de 000 habitantes. También se comprueba un mejora-miento sustancial en los niveles educativos de la población, en especial de la femenina, en cuyo caso la proporción con estudios post-primarios ha aumentado de 51 a 66 por ciento en los ultimos 5 años. Estos dos aspectos serIan los que habrian influido de manera determinante en los cambios producidos en las principales variables investigadas en la ENDES 1991-1992.

El deseo de no tener más hijos es expresado por el 72 por ciento de las mujeres que al momento de la encuesta estaban casadas o en convivencia. Esta situaci6n no ha cambiado mucho en años recientes, pero en la actualidad son más las mujeres que evitan la reproducción involuntaria. El uso de cualquier forma de anticoncepcion ha aumentado de 46 a 59 por ciento entre las mujeres unidas y se espera que esta tendencia continúe en el futuro pues el 96 por ciento de las mujeres en edad fértil conoce, o por lo menos ha oído hablar, de métodos anticonceptivos y el 89 por ciento sabe dónde proveerse de ellos.

La abstinencia periódica, más conocida como el ritmo, es el método más utilizado (21 por ciento de las mujeres unidas), aunque una de cada cuatro de las usuarias no sabe cuál es el período fértil dentro del ciclo ovulatorio. La preferencia por los métodos anticonceptivos modernos, sin embargo, ha aumentado, de tal manera que la prevalencia de su uso ha pasado del 23 al 33 por ciento entre las mujeres unidas. Los dispositivos intrauterinos ocupan el primer lugar, con el 13 por ciento, seguido de la esterilización femenina con el 8 por ciento. El 41 por ciento de las intervenciones quirúrgicas ocurre entre los 30 y 34 agios.

Consecuente con la mayor urbanizacion y el mayor uso de métodos anticonceptivos, la tasa global de fecundidad ha disminuido de 4.1 a 3.5 en 5 años, aunque en el área rural continúa en los mismos niveles encontrados en la Encuesta Demogråfica y de Salud Familiar de 1986 (6.2 hijos por mujer). Cuando se hace el análisis por niveles educativos aparece una sustancial diferencia de 5 hijos entre las mujeres sin instrucción y aquellas con estudios superiores (7.1 y 1.9 hijos respectivamente).

El Sector Público sirve al 48 por ciento de las usuarias de métodos anticonceptivos modernos. El sector comercial privado, incluyendo las Organizaciones Privadas Voluntarias, atiende 'al 51 por ciento. El sistema existente satisface el 80 por ciento de la demanda total de métodos de planificación familiar (usuarias actuales y mujeres con necesidad insatisfecha). Los mayores niveles de demanda insatisfecha se encuentran en los grupos sociales de menor desarrollo: Sierra, área rural y mujeres sin instrucción. Como la fecundidad real supera en 75 por ciento a la deseada, si la cobertura fuera total y se evitaran los embarazos no deseados, la tasa global de fecundidad sería de solo 2 hijos por mujer.

La comparaci6n con ENDES 1986 permite concluir que la probabilidad de muerte en el primer agio de vida ha disminuido de 76 a 55 por mil entre 1982-1986 y 1987-1991 y la correspondiente a los primeros cinco años de vida baj6 de 112 a 78 por mil. Este descenso se correlaciona bien con los cambios producidos en los principales indicadores demográficos y de salud obtenidos en la encuesta. Se observa que el menor nivel de mortalidad infantil se dá cuando la madre tiene entre 20 y 29 allos. Por debajo de esta edad el riesgo relativo aumenta en 36 por ciento; cuando ella tiene mas de 40 años, tal riesgo es mayor en 74 por ciento.

Casi 2 de cada 3 embarazos (64 por ciento) es atendido por un profesional de la salud (médico, obstetriz o enfermera) y similar cuidado recibe el 53 por ciento de los alumbramientos. El hecho que todavía el 50 por ciento de los partos son domiciliarios indica que los establecimientos de salud aún no son muy asequibles, sea por distancia o por costo, para el grueso de la poblacion.

En poco mas de la mitad de los nigios (51 por ciento) se encontro la tarjeta de vacunaci6o correspondiente. Si se complementa la informaci6n de las tarjetas con la proporcionada por las madres cuando la tarjeta no estaba disponible, se observa que el 96 por ciento de los nigios de 1 año habían recibido alguna dosis de vacuna. El 91 por ciento han recibido protección contra la tuberculosis, el 68 por ciento contra la difteria, el tétano y la tos ferina; el 70 por ciento contra la polio y el 74 por ciento contra el sarampi6n. La protección completa con todas las vacunas y dosis recomendadas alcanza al 58 por ciento de los nigios de 12 a 23 meses.

Se investig6 también la prevalencia de la diarrea y la infeccion respiratoria aguda en las dos semanas anteriores a la fecha de entrevista. Se en- contr6 que el 18 por ciento de los menores de 5 años había presentado un cuadro de diarrea; un 23 por ciento había tenido tos acompanada de respiración agitada. Para los casos con diarrea, el 62 por ciento recibió tratamiento con líquidos adicionales (dentro de estos, el 20 por ciento recibió sales de rehidratación oral). El 85 por ciento de los nigios con síntomas de IRA recibieron algún tratamiento.

La lactancia se encuentra bastante difundida, de tal manera que entre los 10 y los 11 meses de edad el 76 por ciento de los nigios todavía se encuentra lactando. En promedio, los nigios reciben el pecho materno durante 17 meses.

La comparación de ENDES 1991 - 1992 con ENNSA 1984 permite concluir que entre 1984 y 1991 no ha habido progresos en la nutricirn de los nigios. El 37 por ciento de los menores de 5 anos sufre de desnutrición cr6nica. De la evaluación antropométrica de las mujeres se concluye que el 17 por ciento de las mujeres que tuvieron hijos en los 5 años anteriores a la encuesta tenían estatura por debajo de los 145 cms, el límite para ser clasificadas en el grupo de riesgo para el desarrollo normal de la gestaci6n. Un 10 por ciento de las madres tiene un perímetro braquial por debajo de los 23 cms. recomendables. Estos dos grupos tienen altas probabilidades de concebir nillos con bajo peso al nacer y con mayores riesgos de morir en el primer año de vida.

Desde el punto de vista de las regiones naturales, la encuesta encuentra que las mejores condiciones de vida se dan en la Costa, seguida a buena distancia por la Selva y en el último lugar la Sierra. El analisis de la información por regiones administrativas permite identificar a dos grandes grupos: Lima y Arequipa, donde se dan las mejores condiciones; y el resto del Perú donde se encuentran las mayores carencias. En estas regiones la mortalidad infantil fluctúa entre 70 y 100 por mil, la desnutrición cronica afecta por lo menos al 50 por ciento de los niños, el 50 por ciento de los hogares no consumen agua potable y el analfabetismo es por lo menos 50 por ciento más alto que el promedio nacional. Según la mayoría de los indicadores, las regiones Inka y A. A. Cåceres serían las de menor desarrollo relativo en el país.